"a lo que le temo más es al miedo", declaró en alguna ocasión el ensayista francés Michel de Montaigne. Desde entonces filósofos y políticos, estudiosos y expertos consideran al miedo como uno de los grandes males de la civilización, el impedimento más letal de la libertad, contra el que se debe luchar a toda costa; sin embargo, con frecuencia el miedo es adoptado como fuente de vitalidad política, en el miedo a la desgracia colectiva se vislumbran oportunidades de renovación al transmitir la importancia de ciertos valores específicos.
En "El miedo", Corey Robin analiza el miedo político, ese tenía de la gente a que su bienestar colectivo resulte perjudicado. Rastreando hábilmente sus orígenes, Robin muestra como el miedo ha ensombrecido nuestra política y nuestra cultura, desde el Jardín del Edén hasta la época actual, en la que, como nunca antes, se hace evidente el miedo político represor. Si, Cómo plantea el autor, despojamos al miedo de los mitos que lo rodean,quizá veamos más claramente el miedo represor de las élites que experimentan hombres y mujeres en su vida diaria. El miedo al terrorismo, orquestado y manipulado por los poderosos, es utilizado para reorganizar la estructura de poder de la sociedad, dando más a los que ya tiene mucho y despojando a los que tienen poco. Quizás seamos testigos de cómo el miedo represor que provocan y fomentan terminé la guerra contra el terrorismo,pero seguiremos viviendo en el miedo a los regidores internos que habrá dejado atrás.

Interesting book delving into the political history of the uses of fear. The first section deals with a kind of chronological intellectual history of fear: fear, terror, anxiety, total terror, and ... what remains. The second section deals with moral education, fear and civil rights, and oppression of workers, concluding that liberalism has mistakenly embraced the powerful rhetoric of fear. Instead it should seek justice and come to terms with the work it will require.

Here's a quote from the introduction:

... if we deprive the fear aroused by 9/11 of its political ballast, perhaps we will see more clearly what our assumptions have long obscured: the repressive fear of elites, experienced by men and women as they go to work, learn in school, haggle with officials, and participate in the organizations that comprise our associated life. Perhaps we will see how terrorism, orchestrated and manipulated by the powerful, is being used to reorganize the structure of power in American society, giving more to those who already have much and taking away from those who have little. Perhaps we will even attend to - and make a political issue of - the inequalities of American life and the repressive fear those inequalities arouse and sustain. For one day, the war on terrorism will come to an end. All wars do. And when it does, we will find ourselves still living in fear, not of terrorism or radical Islam, but of the domestic rulers that fear has left behind (p. 25).

I love Corey. I'm pretty absent-minded though, so on occasion, it took a while for me to track back and remember what the paragraph was gearing up to. Kind of difficult to read on occasion. Informative, nonetheless. ( )